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Cuando se habla de
colaboración y cooperación, inmediatamente se viene a la mente una relación conjunta de trabajo,
esfuerzo y ayuda mutua. Pero más que relacionar estos términos con el
trabajo que se realiza entre dos o más
participantes, se debe tener muy en claro que en esta analogía, debe
concretarse dentro de un ambiente que requiere ciertos elementos para que el
objetivo que se plantea se cristalice. Aquí estamos hablando de que es
necesario entender en primer lugar, qué es y cómo funciona un grupo y qué es y cómo
funciona un equipo.
Un grupo es una relación de individuos con cierto grado de
interdependencia que realiza ciertos esfuerzos para lograr un objetivo común pero desde una perspectiva autónoma,
individual y con participación limitada a sus propios intereses.
En
un grupo encontramos situaciones como:
·
Cada
persona responde individualmente por el trabajo que se le ha sido asignado.
·
Sus
participantes tienen formación similar y ejecutan tareas muy parecidas
pero sus aportes no son complementarios
sino fundamentales.
·
Aún
cuando están relacionadas, cada persona tiene una manera muy particular de
funcionar en esta relación.
·
Son
autónomos en sus decisiones y no dependen del trabajo de sus compañeros, lo que
los hace responsable solamente de su
participación.
·
Se
estructura por niveles jerárquicos.
Por su parte, César Camisón, Catedrático de Organización de Empresas del Departamento de Administración de
Empresas y Marketing de la Universitat Jaume I de Castellón (2012),
plantea que un equipo es “un conjunto formado por un número pequeño de personas
con habilidades técnicas y personales complementarias, que interactúan para el
logro de un propósito común que requiere de un esfuerzo conjunto y sinérgico
que facilitará la obtención de un resultado del que todos son responsables de
forma colectiva. Por consiguiente, en esta unidad, encontramos una relación más organizada.
En un equipo se reconocen situaciones
como:
· Todos responde en su conjunto del
trabajo realizado.
· Cada miembro domina una faceta
determinada y realiza una parte concreta del proyecto lo que los clasifica como
complementarios en el trabajo.
· Requiere de una coordinación, lo que
va a exigir establecer unos estándares comunes de actuación como rapidez de
respuesta, eficacia, precisión, dedicación, entre otros.
· Es fundamental la cohesión, hay una
estrecha colaboración entre sus miembros.
· Las jerarquías se diluyen, hay un
jefe de equipo (coordinador) con una serie de colaboradores, elegidos en
función de sus conocimientos, que funcionan dentro del equipo en pie de
igualdad aunque sus categorías laborales puedan ser muy diferentes.
Esta realidad se concreta igualmente en todas las áreas del
saber donde se requiera la organización a través de equipos para lograr los
objetivos planteados.
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El Aprendizaje Colaborativo está intrínsecamente relacionado
con el proceso de sociabilización del individuo, lo que permite fortalecer las
relaciones interpersonales, ampliar su radio de información y acción y, por
consiguiente, mejorar sus capacidades de comprensión, aplicación y expresión.
Fernando
Trujillo (2012) plantea que el Aprendizaje Cooperativo “es la estructura de
enseñanza-aprendizaje más eficaz (…)”. Sostiene que este tipo de aprendizaje abarca área relacionadas con “el rendimiento (…), la convivencia en el aula y en el centro
educativo, el desarrollo de la competencia
intercultural o social y ciudadana, el aprendizaje de lenguas y el desarrollo de la
competencia en comunicación lingüística”. Este planteamiento está también
sustentado con el aporte de Ferreiro (2000) quien sostiene que “la escuela debe
preocuparse cada vez más por enseñar a los alumnos a relacionarse y participar”.
Aunque se plantean pros y
contra del Aprendizaje Colaborativo, es una alternativa que ha demostrado que
sí se puede lograr en el proceso de formación de cada individuo, la igualdad de
oportunidades para crear y formarse como persona crítica, capaz de darle el
justo valor al trabajo bajo un clima de respeto y tolerancia.
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Ahora le toca al sistema educativo formal implementar esta herramienta
a fin de lograr más y mejores ciudadanos para el mundo.
Lcda. Justa Quintero Olara (2012)
Es cierto y comparto lo que sostiene el autor Trujillo cuando dice que dentro del aula se refuerza y se consolida las esructructura en base a las culturas de los diversos seres, que componen el sistema de aprendizaje en equipo; debido ha ello la importancia que implica el reconocer,participar y formar parte del aprendizaje colaborativo!
ResponderEliminarmuy bueno justa me encanta el material super completo... :)
ResponderEliminarDefinitivamente el aprender a hacer es en mi opinión lo mejor que puede transmitirle un docente a un estudiante, en este sentido el aprendizaje colaborativo permite la transferencia no solo de ideas acerca de un mismo tema a los diferentes participantes, sino también de habilidades y destrezas, si se sabe aprovechar las técnicas proporcionadas en este tipo de aprendizaje
ResponderEliminarMuy completa la información profesora. La prof. Barrios tiene mucha razon en lo que dice, atribuyendo a ello el aprendizaje del profesor porque no solo nosotros enseñamos, tambien aprendemos. Felicitaciones
ResponderEliminarComparto totalmente su último punto, el docente en este proceso también se convierte en receptor de conocimientos, lo que propicia un clima de discusión que armónico que se traduce en frutos para todos.
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